La vida del artista se une con la vida del deportista a partir de la obsesión. 

Cuerpo. Cuerpo que se construye. Cuerpo que se destruye. Cuerpo que se forma. Cuerpo que se deforma. Cuerpo que se crea. Cuerpo que cambia. Cuerpo que crece. Cuerpo que se alimenta. Cuerpo que se moldea. Cuerpo que se trabaja. Cuerpo que se levanta. Cuerpo que se desploma. Cuerpo que se desgasta. Cuerpo que duele. Cuerpo que se cansa. Cuerpo que adquiere fuerza. Cuerpo que adquiere resistencia. Cuerpo que soporta. Cuerpo que se adapta. Cuerpo que se comprime. Cuerpo que se expande. Cuerpo que se aliviana. Cuerpo que pesa.

Esta instalación encuentra su génesis en una experiencia que ha sido constante a lo largo de toda mi vida. Desde mi infancia, el deporte ha sido una práctica ininterrumpida que ha dejado una marca general en el progreso de mi cuerpo a lo largo de los años. La arraigada costumbre de mantener este hábito, sumada al hecho de darme cuenta de que no recuerdo la vida sin ejercicio, despertó en mí un interés por vincular esta vivencia con el arte. Anhelaba la oportunidad de exhibir, de alguna manera, las huellas que esta experiencia ha grabado en mi ser a lo largo del tiempo.

Mi objetivo era disponer todas las piezas que conforman esta instalación en el espacio y que entraran en dialogo entre ellas, porque finalmente todas nacieron casi al tiempo y se desarrollaron en el mismo periodo. Adicionalmente, las dispuse de tal forma que generaran ciertas tensiones e invitaran al público a recorrerlas.

Pirámide

Escultura de 21 cm de diámetro X 4.50 m de alto. Exhibe una acumulación vertical de tarros de suplementos deportivos del más pequeño (base) al más grande, formando una columna cónica invertida (la altura depende del espacio donde se exhiba. Para esta muestra se logró una altura de 4.50 m).

Esta obra la concebí desde varias perspectivas: (i) como una representación de la realidad de los deportistas, donde el uso de suplementos es casi una necesidad para rendir a niveles óptimos, especialmente para atletas de alto rendimiento, generando un constante consumo y acumulación diaria de estos productos. (ii) Como un componente del ámbito deportivo que impulsa el ascenso hacia la fortaleza física y la sostenibilidad en la práctica deportiva. La estructura jerárquica de los tarros refleja desde aquellos de menor importancia, consumidos por desconocimiento o moda, hasta los más fundamentales, como la proteína, que a menudo se relega injustamente. La pirámide invertida simboliza esta jerarquía. (iii) Una alegoría del deportista, un ser que se esfuerza, sostiene un peso, se suplementa y enfrenta la vulnerabilidad inherente al esfuerzo deportivo, manteniéndose en equilibrio, resistiendo y levantándose incluso ante la posibilidad de caer o ser derribado.

Diario

Tinta de bolígrafo sobre papel impreso (imagen impresa: fotografía de una hoja de papel rasgado). Consiste en 730 papeles de 10.5 cm de ancho por 15 cm de alto, que forman un calendario de 2 años detallado mes a mes. Esta obra representa un registro meticuloso de mi peso, dieta, rutina de entrenamiento y suplementación. Inicié este diario en agosto de 2017 y lo concluí en agosto de 2019. Explora la temática de la acumulación, la obsesión y la ansiedad, siendo un testimonio construido a partir de una rutina diaria. El acto de sentarme a diario para plasmar lo que comí y entrené refleja la experiencia cotidiana de un deportista. Con un nivel de obsesión igual o mayor al mío, sé que muchos deportistas llevan esta práctica de mantener este tipo de diarios, que es común en el mundo del deporte. Con esta pieza buscaba exponer conceptos adicionales como la repetición, la rutina, el paso del tiempo, el progreso, la fuerza, el levantamiento, el cambio y la disciplina. Conceptos muy presentes en todo mi trabajo en general, como artista.

Enséñame cómo se mide la ansiedad

Escultura: una tira de 30 metros conformada por la entrelazada secuencia de empaques de chicles Trident que consumí durante aquel periodo del 2017 al 2019. Esta obra surge del hábito de doblar automáticamente los empaques de los chicles que constantemente consumía. Desde pequeña siempre doblaba y hacía figuritas con los empaques de los dulces que me comía, y en el colegio, aprendí un tejido con papelitos de dulces, y desde ese entonces, cuando tengo uno o varios empaques, comienzo a crear figuras o entrelazarlos. De esta manera, sin pensarlo demasiado y actuando de manera natural, al quitar la envoltura de los chicles, se empezó a construir esta pieza. Se convirtió en rutina, en una forma de pasar el tiempo, y de una u otra forma en una obsesión por querer tejerlos todos, porque a veces se acumulaban.

Como una bola de nieve

Escultura de 8 cm de diámetro, conformada por una esfera elaborada a partir de chicles masticados y acumulados desde el año 2017 hasta el año 2019. La obra surge como expresión de mi lucha contra la ansiedad generada por la presión de mantener una dieta rigurosa para alcanzar mis metas deportivas en dicho periodo, combinada con las experiencias cotidianas que, en conjunto, desencadenan desequilibrios emocionales y episodios de ansiedad, reflejados en atracones repetidos y un aumento de peso registrado en el diario asociado a la obra.

En mi búsqueda de recuperación y auto-sanación en ese momento, encontré en el acto de mascar chicle una pequeña vía de escape que adopté como hábito constante. Considero esta pieza como una acción terapéutica, ya que su evolución me permitió ser consciente de mis momentos de crisis y de mi mejoría emocional a lo largo del tiempo.

La escultura se erige como un testimonio que aborda no solo las ansiedades específicas de los deportistas, sino también las ansiedades, obsesiones y miedos compartidos por el público en general. La bola de chicles se presenta como una representación tangible de estas realidades universales, evocando temas como la ansiedad, la acumulación, la obsesión, el hambre, los hábitos alimenticios, la salud, la enfermedad y el transcurso del tiempo.

100 kg

Dibujo compuesto por seis piezas de 27 cm de ancho X 34 cm de alto. Cada pieza captura la huella dejada en el papel por el impacto de los discos al ejecutar un movimiento olímpico durante una sesión de entrenamiento deportivo, replicando la caída natural de la barra al suelo, característica del levantamiento de pesas olímpico. La serie se organiza en tres niveles, cada uno formado por duplas que representan progresivamente un aumento de peso: la primera dupla refleja 60 kg, la segunda 93 kg y el último nivel, 100 kg. Estos niveles, dispuestos de menor a mayor, mantienen entre cada dupla de piezas, la distancia estándar de la barra olímpica (135 cm).

El origen de esta pieza surge de una experiencia en el gimnasio, donde reflexionando sobre cómo plasmar plásticamente la vivencia deportiva, emergieron preguntas sobre la visualización del progreso y la representación indirecta de un entrenamiento. Mientras ejecutaba mi rutina, el estruendo de la barra cargada se mezclaba con las preguntas en mi mente, creando un diálogo entre el sonido y la contemplación. Observando la barra en el suelo tras cada levantamiento, fui consciente de la posición en la plataforma de caucho y del impacto visual y sonoro que generaba. Este momento revelador inspiró la idea de capturar, a través de un medio como el papel, la huella que deja el peso y la fuerza de la barra cargada con discos al caer en cada movimiento olímpico, y conforme iba aumentando los pesos. Plasmando así la práctica, el peso, la caída, la fuerza y el progreso en esta obra.

Mastica

(Video que aparece al inicio de esta página)

Video en formato mp4, pantalla de 7.9 pulgadas, con una duración de 2 minutos en bucle. El contenido visual se concentra en un primer plano de mi boca masticando chicle. Este video, al igual que la esfera de chicles, representa otra expresión para documentar la ansiedad, revelando acciones que suelen pasar desapercibidas pero que, al observarlas desde otra perspectiva, se vuelven conscientes. Se sumerge en la repetición, reiterando la narrativa de una conducta obsesiva relacionada con la constante masticación.